Publico esta entrada con motivo de mi reciente compra de este aparato auxiliar de diagnóstico que tan útil resulta. Un pulsioxímetro o saturómetro es una máquina capaz de medir la saturación de oxígeno de la hemoglobina sanguínea.
Esta saturación de oxígeno es considerada por muchos médicos una constante vital, igual que la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la tensión arterial. Hay un motivo para esto muy interesante, y es que hay certeza científica de que cuando la saturación de oxígeno baja por debajo del 90 % también baja la presión parcial de oxígeno de la sangre arterial por debajo de 60 mmHg, lo que como todos sabrán se considera Insuficiencia respiratoria, y por tanto conlleva aplicar unas medidas terapeúticas específicas para aumentar esta saturación y por tanto sacar al paciente de esta situación clínica nada deseable.
Comprenderá con esto el lector por qué me fascinan estas máquinas y ya tengo una... Gastando un minuto eres capaz de objetivar una insuficiencia respiratoria, lo cual te permite reaccionar con celeridad poniendo oxígeno y planteándote otras actuaciones terapeúticas según el resto de la exploración...
Muchos pensarán que sin poner un pulsioxímetro ya puedes ver claramente una insuficiencia respiratoria... bien, es cierto, con un paciente taquipneico, quizá con cianosis labial, con tiraje, que apenas puede mantener la conversación... Pero hay otros pacientes ancianos, demenciados, incluso mudos... o enfermos psiquiátricos, donde ver esto es un poco más difícil y este aparato es una ayuda... Quizá por ello enfermería mide la saturación sistemáticamente en gran número de pacientes... Muchas veces, por ejemplo en enfermos con EPOC reagudizado, de hecho se monitoriza la saturación, porque te interesa mantenerla entre 90-93%, aunque el por qué es otra historia digna de otro post...
Pero... ¿cómo es capaz este aparato de hacer esto? La mejor explicación que he encontrado está en FISTERRA, de la mano de Noguerol Casado MJ*, Seco González A*.
*Médico de Familia. Sergas. A Coruña (España). Y suponiendo que publican este contenido en internet sin restricciones, aqui lo reproduzco para enseñanza de todos:
El dispositivo emite luz con dos longitudes de onda de 660 nm (roja) y 940 nm (infrarroja) que son
características respectivamente de la oxihemoglobina y la hemoglobina reducida. La mayor parte de la luz es absorbida por el tejido conectivo, piel, hueso y sangre venosa en una cantidad constante,
produciéndose un pequeño incremento de esta absorción en la sangre arterial con cada latido, lo que
significa que es necesaria la presencia de pulso arterial para que el aparato reconozca alguna señal.
Mediante la comparación de la luz que absorbe durante la onda pulsátil con respecto a la absorción basal, se calcula el porcentaje de oxihemoglobina. Sólo se mide la absorción neta durante una onda de pulso, lo que minimiza la influencia de tejidos, venas y capilares en el resultado.
El pulsioxímetro mide la saturación de oxígeno en los tejidos, tiene un transductor
con dos piezas, un emisor de luz y un fotodetector, generalmente en forma de pinza
y que se suele colocar en el dedo, después se espera recibir la información en la
pantalla: la saturación de oxígeno, frecuencia cardíaca y curva de pulso.
La correlación entre la saturación de oxígeno y la PaO2 viene determinada por la
curva de disociación de la oxihemoglobina
Hay circunstancias en las que la curva se desvía hacia la derecha o hacia la izquierda. Se desplaza hacia la derecha cuando diminuye el pH, aumenta la PaCO2, aumenta la temperatura, aumenta la concentración intraeritrocitaria de 2,3 difosfoglicerato y el ejercicio intenso (disminuye el pH y aumenta la temperatura); lo que significa que la afinidad de la hemoglobina para el oxígeno disminuye. La curva se desplaza hacia la izquierda en las circunstancias contrarias.
Tras esta explicación científica entendemos cómo funciona el aparato y qué mide... bien... si observamos la curva veremos que entre 90 y 100 % de saturación no hay enormes variaciones de la presión de oxígeno, pero por debajo de 90% una pequeña variación puede ser catastrófica para el paciente. De hecho, en personas sanas debe ponernos alerta una disminución de la saturación por debajo del 95 %, y en enermos con patología pulmonar por debajo de 90-92%... Así, FIsterra propone las siguientes actuaciones según desature el paciente:
% Saturación Actuación
> 95 % No actuación inmediata.
95-90 %
Tratamiento inmediato y monitorización de la
respuesta al mismo, según ésta, valorar derivación
al hospital. Los pacientes con enfermedad
respiratoria crónica toleran bien saturaciones en
torno a estos valores.
< 90 %
Enfermo grave. Hipoxia severa. Oxigenoterapia
+ tratamiento y traslado al hospital.
< 80 % Valorar intubación y ventilación mecánica.
En niños con < 92%: Remitir al hospital aunque presenten mejoría con
maniobras iniciales, por ser más incierta su respuesta al tratamiento.
Sin entrar en más detalle, pues ya sería tedioso sólo diré, y esta vez acogiéndome sólo a mi breve experiencia médica, cuándo no debemos fiarnos del pulsioxímetro:
- Cuando la paciente tenga las uñas pintadas (pues la luz no atraviesa bien)
- Cuando el pulsioxímetro sea de dudoso origen (ojo con pulsioxímetros veterinarios y extranjeros no homologados).
- En pacientes con fibrilación auricular
- En hipotensión intensa
- A saturaciones inferiores al 75%
Queda pendiente para otro post el uso concreto de este aparato en determinadas situaciones clínicas...