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martes, 11 de enero de 2011

Amazonas: ¿Mito o realidad?

Heródoto las situaba en una región fronteriza con Escitia en Sarmacia. Fueron reinas amazonas notables Pentesilea, que participó en la Guerra de Troya, y su hermana Hipólita, cuyo cinturón mágico fue objeto de uno de los doce trabajos de Hércules.

Las amazonas solían representarse en el arte clásico batallando con guerreros griegos en amazonomaquias.
En la historiografía griega y romana hay diversos relatos de asaltos de amazonas en Asia Menor. Las amazonas fueron asociadas con varios pueblos históricos durante la antigüedad tardía.A principios de la Edad Moderna el término pasó a aludir a las mujeres guerreras en general.

¿MUJERES GUERRERAS SIN UN PECHO?

Entre los griegos clásicos, la palabra recibía una etimología popular según la cual procedía del a- privativo + mazos, ‘sin pecho’, relacionado con la tradición etimológica que decía que las amazonas se cortaban o quemaban el pecho derecho, para poder ser capaces de usar el arco con más libertad y arrojar lanzas sin la limitación y obstrucción física. No hay indicios de esta práctica en obras de arte, en las que las amazonas siempre son representadas con ambos pechos, aunque con el derecho frecuentemente cubierto.

Heródoto contaba que los sármatas era descendientes de las amazonas y los escitas, y que sus mujeres observaban sus antiguas costumbres maternales, «cazando frecuentemente a caballo con sus esposas, acudiendo al campo de batalla y llevando la misma ropa que los hombres». Más aún, decía, «ninguna mujer se casaba hasta haber matado a un hombre en batalla».

En la historia relatada por Heródoto, un grupo de amazonas cruzó el lago Meótida (mar de Azov) hasta Escitia cerca de la región de los acantilados (actual sureste de Crimea). Tras aprender la lengua escita, accedieron a casarse con los hombres escitas, con la condición de que no les exigirían seguir la costumbres de sus mujeres. Según Heródoto, esta banda se trasladó hacia el noreste, asentándose más allá del Tanais (río Don), y se convirtieron en los ancestros de los sármatas, que lucharon luego con los escitas contra Darío III el Grande en el siglo V a. C.

Hipócrates las describe así:

«No tienen pechos derechos. .. pues cuando aún son bebés sus madres ponen al rojo un instrumento de bronce fabricado para este único fin y lo aplican al pecho derecho para cauterizarlo, de forma que su crecimiento se detiene, y toda su fuerza y volumen se desvía al hombro y el brazo derechos.» (Véase quema de pecho, una costumbre actual en la que el crecimiento del pecho se detiene deliberadamente).

EL PLANCHADO DE LOS SENOS

–El planchado de los senos es una práctica tradicional extendida aún en particular, en el Camerún (dónde cerca de un 25% de las mujeres la habrían sufrido ) destinado a frenar el desarrollo del pecho de las jóvenes muchachas por un “masaje” realizado con objetos calentados (piedra de aplastar, pisón, espátula, etc) o no (petróleo, hierbas, aplastasenos, etc…).

Esta práctica, menos conocida que la excisión , no constituye un traumatismo psicológico y físico menor para algunas de las que fueron víctimas; favorecería, entre otras cosas, el desarrollo del cáncer del seno [2]. La función pretendida del planchado de los senos no obedece’ a nada de religioso, tiene por objeto retrasar el paso a la adolescencia de las jóvenes muchachas para que los muchachos no estén atraídos por ellas, que ellas no tengan una sexualidad precoz y qu’e sean serias en sus estudios. Referencias 1. ↑ El Camerún: una campaña contra el “planchado” de los senos [archivo] por Habibou Bangré parecido el 6 de junio de 2006 2. ↑ Cruzada contra ” el planchado de los seins” en el Camerún [archivo], artículo escrito por Jean-David Mihamlé para BBC África, parecida el 28 de junio de 2006

LAS AMAZONAS EN LA HISTORIOGRAFÍA-

Las amazonas desempeñaron un papel en la historiografía romana. César recordó al Senado la conquista de grandes partes de Asia por parte de Semíramis y las amazonas. Asaltos amazonas con éxito contra Licia y Cilicia contrarrestaron la eficaz resistencia de la caballería lidia contra los invasores.[11] Pompeyo Trogo prestó una atención especialmente detallada a las amazonas. La historia de éstas como procedentes de una colonia capadocia de dos princesa escitas, Ylinos y Scolopetos, se debe a él.

Diodoro relata la historia de Hércules derrotando a las amazonas en Temiscira. Filóstrato las ubica en los montes Tauro, Amiano al este del Tanais, como vecinas de los alanos, y Procopio en el Cáucaso.

Aunque Estrabón se muestra escéptico sobre su historicidad, en general las amazonas siguieron considerándose históricas durante la antigüedad tardía. Varios Padres de la Iglesia hablan de ellas como personas reales. Solino abraza la versión de Plinio. Bajo Aureliano, las mujeres godas capturadas eran identificadas como amazonas. La versión de Justino fue influyente, y fue usado como fuente por Orosio, que fue leído durante la Edad Media europea. Los autores medievales continuaron así la tradición de ubicar a las amazonas en el norte, situándolas Adán de Bremen en el mar Báltico y Pablo el Diácono en el corazón de Germania.

TRES HIPÓTESIS

Simbolismo mitológico
 A principios de siglo, y antes de ser halladas las primeras tumbas de doncellas guerreras en Siberia, algunos investigadores sostenían que las leyendas sobre amazonas obedecían a una ilustración mítica de las amenazas que acechaban a los griegos en las costas de Asia Menor. Tesis que explicaría la creencia de que eran derrotadas y humilladas por héroes griegos a quienes se encargaba siempre dominar a monstruos. Por otra parte, es posible que el origen de esta leyenda estribara en historias de viajeros que habían hallado en sus incursiones por esas tierras sociedades gobernadas únicamente por mujeres.


Imperio matriarcal
Según escritoras como Riane Eisler y Jessica Salmonson, las amazonas procedían de un imperio matriarcal fundado, gobernado y defendido por mujeres. Las primeras habrían sido las hesperianas o gorgonas, guerreras libias originarias de Tritonia, una isla en la costa africana supuestamente destruida por la acción volcánica y cuyo único vestigio actual serían las Islas Canarias. En una línea similar, la arqueóloga Marija Gimbutas sostiene que el continente estaba poblado por tribus gobernadas por mujeres.

Isla de Lemos
Según el relato mitológico de Apolonio de Rodas, los argonautas llegan a la isla de Lemnos, al norte de Grecia y la hallaron habitada sólo por mujeres, cuya reina Hypsipyle les recibió con agrado. Pues bien, en el último siglo numerosas excavaciones arqueológicas realizadas en Poliochni, localidad de esta isla, han sacado a la luz un gran poblado con casas espaciosas y bien distribuidas, circundado por una muralla de cinco metros con ranuras para arqueros, un dato curioso teniendo en cuenta que las amazonas eran expertas arqueras.


Y UNA PRUEBA…

La única investigación arqueológica que demuestra la existencia de sociedades matriarcales en la época de la guerra de Troya, y en esa parte del mundo, es la de la arqueóloga californiana Jeaninne Davis Kimball. Entre 1994 y 1995, ella y su equipo hallaron 50 túmulos en la frontera kazaia, cerca de la ciudad de Pokrovla, al sur de Rusia, con esqueletos de mujeres enterradas con sus armas. Las fracturas de huesos producidas en combate descartan toda posibilidad de un uso ritual de estos instrumentos. Los sármatas, relacionados con las amazonas por Heródoto, enterraron a sus muertos en esta misma zona sobre el 400 antes de nuestra era. Incluso aunque las mujeres de Prokovna no fueran las de Troya, es seguro que tribus nómadas de mujeres guerreras ocuparon las estepas euroasiáticas a principios de la Edad de Hierro.

HERODOTO:

En la obra del historiador griego Herodoto (años 480 - 420 a. de Cristo) sólo habla en dos lugares de mujeres amazonas. Herodoto narra cómo se formó el pueblo guerrero ginecocrático de los saurómatas. Según este historiador, tras derrotar los griegos, en la batalla de Thermodon, a las amazonas que habían atacado el Atica, cogieron algunas cautivas. Durante el viaje de regreso, estas amazonas mataron a la tripulación de la nave, siendo llevadas por los vientos y las corrientes a la costa de los escitas. Después de algunas escaramuzas, finalmente acordaron la paz y se unieron con ellos, resultando de esta unión una sociedad matriarcal que fue conocida como los saurómatas.

Este mismo autor traduce el nombre que los escitas daban a estas amazonas "oyorpata" como "matadoras de hombres".En el segundo pasaje donde este autor menciona la existencia de posibles amazonas, el autor está hablando del Norte de Africa, es muy corto y dice: "Zaueces... las mujeres de éstos conducen los carros a la guerra". Al parecer, los zaueces formaban parte de los libios.


DIODORO SICULO:

Diodoro Sículo, otro historiador griego (años 80 - 20 a. de Cristo) también habla en los mismos términos de las amazonas escitas y la ciudad de Temiscira, en la desembocadura del Termodonte.
Este autor también se refiere a las amazonas líbicas, de las cuales dice que son muy anteriores en el tiempo a las escitas. Al parecer, originalmente habitaron una isla en el lago Tritón, al Oste, cerca del Atlas. Invadieron muchas tierras, entre ellas las de los atlantes, también Siria, parte de Egipto, la isla de Lesbos.... Menciona que reinando Mirina (Myrene) formó un ejército de 30.000 amazonas de a pié y 2.000 de a caballo. También lucharon con las gorgonas, otro pueblo de mujeres amazonas que habitaba en Libia, derrotándolas. Tanto las amazonas como las gorgonas fueron destruídas por Hércules.


OTROS AUTORES:

Democles de Piguela (siglo IV - V a. de Cristo) dice: "Las gentes de Piguela se jactan diciendo que las amazonas habitaron entre Efeso, Magnesia y Priene".

Herodoro de Heraclea (400 a. de Cristo) dice: "Teseo perdió a Antíope porque ésta o cayó atravesada por un venablo disparado por la amazona Moltis, cuando combatía junto a Teseo, o porque marchó con una embajada a pedir la paz".

Bión de Proconeso (siglo V - IV a. de Cristo) dice: "Teseo raptó a una amazona con engaño. Pues las amazonas, siendo por naturaleza muy amadoras de varones, no huyeron cuando Teseo se acercaba a tierra. Por el contrario, le fueron a ofrecer regalos. Invitó a embarcar a la que se los traía y, cuando ésta hubo embarcado, levó anclas".

Duris de Samos (300 a. de Cristo) dice: "En cuanto a que se le acercase una amazona a Alejandro durante su expedición a la India, lo cuentan muchos, pero Duris cree que es ficción".

Palefato de Abidene (siglo IV a. de Cristo) dice: "De la región de las amazonas, que entonces habitaban en Alope y hoy en Zelia".

Filipo de Teangela (siglo III a. de Cristo) dice: "Afirman que es ficción lo que cuentan de que vino una amazona a ver a Alejandro".

Dionisio de Mitilene (siglo III - II a. de Cristo). "Dice en su libro II que las amazonas habitaron en Libia. Excelsas por su valor acometieron a los pueblos vecinos. Marcharon contra Europa y fundaron muchas ciudades, sometiendo a la nación de los Atlantes que era la más poderosa de Libia".

Flavio Arriano de Nicomedia (año 135 a. de Cristo) dice: "Los asirios son de Mesopotamia, contra ellos pelearon las amazonas mandadas por Eurípile, también llaman asirios a los de Capadocia". Este mismo autor cita:"Amazonas, nación de mujeres junto al Termodonte, porque contaban las genealogías por las madres. Tuvieron muchos lugares en Asia, lo prueba el que muchas fuentes y hasta ciudades llevan nombres de amazonas, como Efeso, Anea, Mirina, Cúma de Eolia, y también Elea de Nicomedia y Tiba en el Ponto".

Metrodoro de Escepsio (100 a. de Cristo): "Metrodoro e Hipsícrates, nada desconocedores de aquellos lugares, dicen que las amazonas son vecinas de los gárgaros y habitan en la vertiente norte del Cáucaso en la región llamada Ceraunia".

Prométidas de Heraclea (30 a. de Cristo) dice: "En Paflagonia existe el sepulcro de Estenelo, compañero de armas de Heracles en la expedición contra las amazonas. Habiendo sido herido, regresaba por el camino; murió en Paflagonia".

Teófanes de Mitilene (80 a. de Cristo) relata "Dicen que las amazonas habitan en los montes que dominan Albania. Teófanes, que prestó servicio militar bajo las órdenes de Pompeyo y llegó hasta el país de los albanos, dice que entre las amazonas y los albanos habitan los gelos y los leges, pueblos escíticos y que el río Mermadalis corre entre éstos y las amazonas.

El poeta latino Virgilio (años 70 - 19 a. de Cristo) en su obra "La Eneida", menciona a Camila, hija del rey de los volscos, rodeada de sus fieles servidoras: Larina, Tula y Tarpeya, luchando contra el invasor Eneas, siendo muerta en la batalla a traición por una jabalina lanzada por el guerrero Arruns.

Heráclides Póntico El Joven (siglo I d. de Cristo) dice: "Efeso, dicen unos que se llama así del nombre de cierta amazona. Otros, por la palabra gierga 'efeînai, que quiere decir conceder, porque Heracles concedió a las amazonas esta región".

Trasilo de Mende o de Alejandría (siglo I d. de Cristo) dice: "Desde el certamen poético fundado por Heracles en honor de Pélope hasta la expedición de las amazonas contra Atenas nueve años...; desde aquí a la guerra de Troya, treinta y cinco años".

El historiador griego Plutarco (años 46 - 120 d. de Cristo) narra la historia y aventuras del rey de Athenas Teseo. Relata la expedición de Teseo al país de las amazonas y como se enamora de la amazona Antiope y se la lleva cautiva, aprovechando que ella sube a su nave, teniendo con ella un hijo al que llamaría Hipólito. También narra el posterior ataque que las amazonas realizan contra Atenas, siendo derrotadas por los griegos, encabezados por Teseo.

También el geógrafo griego Pausanias (hacia el 150 d. de Cristo) relata el ataque de las amazonas contra Atenas.

El filósofo griego Platón (años 429 - 347 a. de Cristo) también menciona a las amazonas en su obra "Hemexenus".

El historiador latino Quinto Curcio Rufo (siglo I ó II d. de Cristo), autor de la "Historia de Alejandro" narra un episodio en el que la reina de las amazonas, Thalestris, se dirige hacia donde se encuentra acampado Alejandro Magno, impresionada por su renombre y con el fin de tener un hijo con él.

Temiságoras de Efeso (época incierta) dice: "Las mujeres de Alope, que hoy llamamos Licia, cerca de Efeso, de común acuerdo abandonaron las obras femeniles y ceñidas con correajes y armas emprendieron los trabajos masculinos. Por esto y porque recogían las mieses con los cinturones las llamaron amazonas, de "'emón", que quiere decir mieses, y "zoné", que quiere decir cinturón".

En la mitología griega, en el octavo de sus doce trabajos se sitúa a Hércules luchando con Hipólita, reina de las amazonas, a la cual mata para robarle su cinturón (según algunas versiones le ayuda Teseo). Igualmente Hércules obtuvo de Hipólita el "labris" (doble hacha). También en sus trabajos tuvo que luchar Hércules con la amazona Asteria.

Según relata un mito de su origen, las amazonas vivían originalmente a orillas del río Tanis (hoy en día el Don). Afrodita, que desaprobaba el disgusto que les producía el casarse y su gusto por hacer la guerra, las envió, junto a su reina Lysippe, al Ponto Euxino, junto a la desembocadura del río Thermodonte, donde ellas fundaron la ciudad de Themiscira, que se convirtió en su capital, siendo otras de sus ciudades Lycastia y Chadesia. A partir de aquí se extenderían por otros territorios y realizarían numerosas conquistas. Otras de sus reinas fueron Lampedo y Marpesia.

La diosa de estas mujeres guerreras era Artemisa, la cual era, ¡cómo no! una diosa guerrera.
Diotima fue otra reina de las amazonas. Otros nombres de amazonas son Melanipa, Elaya, Anea, Elea, Sanape, Tiba, Cuma (estos cinco últimos correspondientes a ciudades supuestamente nombradas en honor de esa amazona). Se les atribuye la fundación de varias ciudades, entre ellas Efeso, donde existió realmente en la época griega un santuario dedicado a la diosa Artemisa, en cuyo culto tomaban parte mujeres armadas.

En un vaso de cerámica griega encontrado, aparece un dibujo que representa a una amazona luchando con Hércules, junto a una inscripción con el nombre de la amazona: Andrómaca, que significa "vencedora de hombres". Curiosamente, la única referencia con ese nombre que ha llegado hasta nosotros es la de la esposa de Héctor (el héroe de la Ilíada), cuyo carácter en la obra dista mucho del de una amazona.

Es interesante mencionar que los atenienses de la época clásica y hasta mucho más tarde, hasta la época romana inclusive, el ataque a Atenas de las amazonas venidas del Asia Menor era considerado como un hecho histórico, algo que había ocurrido realmente (no un mito o una leyenda). Por otro lado, la existencia misma de las amazonas no era puesta en duda por nadie.

Otro mito griego emparentado con el de las amazonas, nos habla de las Danaidas (o danaides). Eran 50 hermanas, hijas de Dánao, rey de Argos, que vivían en una isla donde no había hombres, pues ellas habían matado a sus maridos, no deseados, la noche de bodas.





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